miércoles, 9 de septiembre de 2015

CINCO DE OCTUBRE DEL 2012

Hoy 9 de septiembre del 2015 a las 3:25 a.m.

No puedo creer que haya pasado tanto tiempo desde aquel entonces.
Lo recuerdo todo como si solo hubieran pasado unas semanas, pero no, han pasado años.
Volver a verte y ver que todo ha cambiado, que ya nada es lo mismo. Pensar en todo lo que me he perdido de ti, en todos esos días en los que quizá necesitabas a alguien y yo no he podido estar ahí.
En verte crecer, crecer como persona. Acompañarte.
Hace tres años, por estas fechas empezó todo. Teníamos ganas de que se acabe el verano y vernos ya, ¿te acuerdas?
Parece mentira que todo sea pasado y solo eso.
Aún siento el tacto de tus manos cuando cogías la mía al subirnos a una atracción. El calor de tus abrazos.
¿Cómo es posible? Son solo recuerdos abstractos.
Hace poco encontré la esclava que te regalé. Estaba sucia, abandonada. Pero la cogí y ahora siempre la llevo puesta. Siempre va a ser especial llevarla encima.

Hay tantas cosas que te quiero decir. Cosas que te quiero pedir.

¿Te acuerdas la nota que te escribí en clase y luego dejé en tu agenda? Esa nota que luego estuviste como una semana llevándola encima. En el momento que te escribí esa nota estaba inseguro, no sabía cómo ibas a reaccionar. Pero era tan importante, era algo que no me podía callar.
¿Sabes qué? Fue muy duro para mi cuando sacaste la nota de tu bolsillo y me dijiste que la habías llevado todo ese tiempo. Me quedé destrozado. 
Esa noche tú y yo habíamos discutido, los dos llorábamos en la calle. Y lo que yo no sabía en aquel momento era que esa noche se iba a quedar tan marcada en mi corazón...

Lo bonito fue cuando todo se arreglaba, volvíamos a estar bien, estábamos felices. Nos pasábamos todos los días hablando, nunca nos cansábamos. Esas llamadas que eran eternas. Y luego las facturas que le llegaban a tu padre jaja ... Fue bonito, muy bonito.

Pero hubo un día que fue más bonito aún. Cuando yo estaba jugando al fútbol. Era un viernes, sobre las 18:00 h, más o menos. Recibí una llamada y ... era tuya. No podía cogerlo pero lo cogí. Estabas rara, se te oía nerviosa, casi no te salían las palabras. Decías que querías decirme algo muy importante y te dije que volvieras a llamar en veinte minutos. Yo seguí jugando al fútbol cuando... no habían pasado ni diez minutos y volviste a llamar. Creo que más nerviosa que antes. Ya no podías esperar más tiempo. Tenías que decírmelo.
"Te quiero", esas fueron tus palabras.
No sabía que decir, no me lo esperaba y menos con lo que había pasado unos días antes.
Intentaba disimular lo emocionado que estaba y, obviamente respondí que yo también te quería.
Esa noche querías quedar. Yo dejé tirados a mis amigos en medio partido. Ellos se enfadaron pero me daba igual. Tenía una cita.
Viernes cinco de octubre del 2012. ¿Cómo pasa el tiempo eh?

Todo iba tan bien.. ¿Quién nos iba a decir a nosotros que nada de eso era real? ¿Que todo se iba a acabar? ¿Que lo iba a pasar tan mal?

Siempre fuiste muy insegura, te dejaste llevar por lo que la gente decía. Sobre los rumores sobre mi.
Ellos me alejaron de ti. Me dolió tanto que les creyeras a ellos antes que a mi.
Todo empezó a ir mal. No había un día en el que no discutiésemos. El barco se hundía y no había pasado ni un mes desde que los dos nos dijimos "Te quiero".
¿Por qué? Siempre ha sido la pregunta que he querido hacerte.
Era perfecto y decidiste acabar con ello. ¿Qué hice mal?

Me dolió mucho enterarme por otra persona que no querías seguir adelante con esto. Me dijeron que no sabías como decírmelo. Quizás buscaste el camino fácil. No te pusiste a pensar en cómo me sentiría.
Ya ni hablábamos, nos esquivábamos por los pasillos. Éramos como unos desconocidos con un pasado en común...

Se te daba muy bien tocar el piano. Iba a verte cada martes a tus ensayos y tú... Tú nunca te diste cuenta de que estaba mirando desde fuera, desde la ventana. En aquel entonces era la única forma que tenía de verte y sentirme a tu lado.
Que curioso, ensayabas justo a unos metros de la pista donde estaba yo jugando cuando me llamaste.
Esos dichosos colegios pasaron a la historia. Varios días he visitado esa pista de fútbol, pensando que todo seguía como antes. Intentando retroceder en el tiempo para volver a estar en ese partido y que me suene el móvil. ¿Pero en qué estaba pensado? Eso era imposible.
Tú ya no estabas y yo solo lloraba pidiendo piedad a Dios.

No he vuelto a jugar al fútbol, tampoco he vuelto a pisar esa pista.
Pero todavía no había pasado lo peor...
La noche de noche buena me quedé roto. Definitivamente... se había acabado. Para siempre.
Me odiabas. Yo intentaba arreglarlo de todas las formas posibles, pero ya era tarde. ¿Cuantas veces me habías perdonado ya? Hasta que te cansaste de hacerlo. Ya no había marcha atrás, el daño estaba hecho.

No te imaginas lo duro que era verte cada día y no poder ni saludarte. Solo con miradas esquivas.
Se terminó el curso y empezó mi calvario. Ya ni verte podía.
Me fui de viaje unos meses y volví justo cuando hacía un año, en octubre. Volvía con esperanzas. No sabía nada de ti y me encontré con una sorpresa. Tú ya estabas siendo feliz con otra persona.
Me quería morir. No aguantaba más. No entendía por qué tenía que pasar por todo eso. Preguntaba y nadie sabía responderme. ¿Me lo merecía? Quizá tenía que pagar por todo el daño que hice.

Nunca me rendí. Buscaba mil y una formas de hablar contigo y de pedirte perdón.
Pasaron dos años cuando por fin me di cuenta de una cosa. No podía pedirte perdón. ¿Sabes por qué?
Porque ni yo me lo he perdonado aún...
Le he contado nuestra historia a tantas personas.. Pero con el paso del tiempo ya no decía nada.
La gente ya no entendía que después de tantos años aún me siga afectando todo lo que pasó. No entienden que aún te pueda querer. Por lo que decidí no hablar más del tema con nadie. Ni con mi mejor amigo.
Pero hay una cosa buena de todo esto. Esta historia ha ayudado a unas cuantas parejas ¿sabes?
Ya no hablo de esto con nadie pero cuando alguien necesita un consejo, les cuento nuestra historia.
Se quedan impactados de cómo lo pasé el primer año, y el segundo, y el tercero..
Se dieron cuenta lo que es salir a la calle con una sonrisa..., sonrisa que era totalmente falsa.
Les dolía mucho cuando les decía que fingía ser feliz para que ni mi familia ni mis amigos se preocuparan por mi.
Les decía que después de tantos años ya era inútil hablar del tema con alguien, por lo cuál me pasaba días llorando a solas. Recordándote cada noche mirando la luna, pensando en que tú también podrías estar mirándola a la misma vez que yo. Recordando cosas que ahora ya solo forman parte del pasado.
Les hago ver que no todo el mundo tiene una segunda oportunidad.
Les hacía ver que yo me equivoqué, pero que ellos aún están a tiempo de arreglarlo.

Te echo tanto de menos. Falta muy poco para llegar a octubre, al cinco de octubre. Tres años ya tío.

Yo he cambiado mucho desde aquel entonces. Ya no soy la misma persona.
Desde que te fuiste he hecho amigos nuevos. Me vino muy bien. Quería olvidarme de todo y empezar de cero. Estuve unos meses muy a gusto hasta que me volví a acordar de ti.
Ahora soy más borde, soy un prepotente, soy un pasota que me da igual todo. Ya no confío en NADIE.
Pero a pesar de todo creo que he aprendido la lección y, desde luego, no le deseo a nadie que pase por lo que yo AÚN estoy pasando. Y fíjate que ya han pasado casi tres años.

¿Sabes qué? Oí hablar de ti. No decían cosas muy buenas. Decían que también habías cambiado.
No creí nada de lo que dijeron. Yo se que aunque te conocí por poco tiempo..., te conocí de verdad.
Yo se como eres y yo no me dejo guiar por lo que me digan los demás.
Quizás el dolor nos haya hecho cambiar a los dos. Son cosas que pueden pasar.

Muchas veces he pensado que ya te había olvidado pero aquí me tienes, escribiéndote esto. Que ni siquiera lo vas a leer. Necesitaba desahogarme de alguna forma. Pero no te voy a engañar. Estoy esperando a que pase una estrella fugaz y pedirle que te haga llegar este mensaje.
He escrito muchas canciones para ti, muchas poesías, muchas cartas, pero en ninguna he llorado tanto como en esta que estoy escribiendo ahora. Suena a despedida y eso me duele.
¿He tirado la toalla? Desde que te fuiste no he podido estar con ninguna chica. Me sentía hasta mal fíjate. Era como si te estuviese siendo infiel, y no quería. ¿Significa esto que aún te sigo queriendo?
¿Mi vida tiene algún sentido? ¿Cuanto tiempo más voy a estar llorando por las noches acordándome de ti? Esto cada día me está quitando las ganas de seguir, de levantarme cada mañana, de vivir.
La esperanza es lo último que se pierde dicen. Pero, ¿tú te sigues acordando de mi?
A día de hoy siguen habiendo tantas preguntas sin ninguna respuesta...
A día de hoy sigo fingiendo ser feliz para no preocupar a nadie. Sigo ayudando a otras personas, sobre todo parejas. De verdad me duele mucho cuando veo a una pareja, que encima sean mis amigos, pelearse. Me hacen recordar todo lo que pasé yo y me pongo a llorar. Por ellos.
No soporto ver como dos personas que se quieren, se pelean. Lo veo algo muy injusto.
No quiero que nadie pase por lo que yo pasé.

¿Sabes qué? A día de hoy sigo teniendo la esperanza de volver a verte, de volver a hablar contigo. De pedirte perdón. De decirte que eres lo mejor que me ha pasado. De decirte que te quiero, que sigo enamorado de ti como el primer día. De pedirte que vuelves joder... No se que habrá allí arriba pero siempre le pido que me ayude. Que haga realidad mi sueño. Que me ayude a superar esto y a no sentirme solo y dolido.

Tú ahora eres feliz con otra persona y yo la verdad es que me alegro mucho por ti.
Siempre pensé que no eras una persona cualquiera. Eras especial. Lo noté cuando vi que nunca había sentido por nadie lo que siento por ti.
Se que perdí algo más que una persona. Perdí algo más importante que todo eso.
¿Te imaginas que estas leyendo esto? Y yo aquí haciendo el panoli.
Que sepas que a pesar de lo que estoy pasando..., allí fuera me convierto en un malote y ayudo a mis amigos. O por lo menos lo intento. Por suerte dos de ellos ya tienen a su persona especial y espero que sepan apreciar lo que tienen. Porque no siempre es necesario perder para apreciar. Con el tiempo se darán cuenta de que la persona que tienen a su lado es para toda la vida. Y que deben cuidarse el uno al otro. Porque ellos tienen la oportunidad que yo nunca volveré a tener.

Pfff... ¿Cómo en tan poco tiempo te pude querer tanto? Preguntas que a veces no tienen respuestas...

Me siento tan aliviado ahora mismo. Me he quitado un peso de encima. Me voy a dormir ya princesa.
Un día juré que no iba a llamar a nadie "Princesa", ya que para mi solo hay una, y eres tú. Buenas noches Violeta, te amo. Te llevo en mi corazón cariño. (5) Mii Princesaaa<3


Cabre


TE DEDICO ESTA CANCIÓN PRINCESA: DOS MIL DOCE - CABRE